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Análisis: La ilusión de Mari Boya

A nuestra representación en F3 le pondrá nombre Mari Boya. Tras su reciente fichaje por Campos Racing, detallamos su camino hasta aquí

En la temporada venidera de automovilismo tendremos representación en casi la totalidad de las categorías. Qué celo. Fíjense de qué calidad: el bicampeón Alex Palou en IndyCar, la leyenda Carlos Sainz en el Dakar, Dani Juncadella en la WEC, el bicampeón Fernando Alonso y el piloto de Ferrari, Carlos Sainz Jr. en F1, la promesa y fichaje de Red Bull, Pepe Martí en F2, mientras que falta por confirmar la continuidad del leonés David Vidales en Súper Fórmula.
Hasta hace una semana aún estaba en el aire la F3, aunque era algo de lo que tan sólo faltaba la ratificación. Antes de Macao, en los test de postemporada ya debutó con Campos Racing. Tan sólo era cuestión de hacer oficial que correría para la escudería española en la categoría que fue rookie en esta temporada. Así se hizo y aquí se lo contamos en cuanto se oficializó, será piloto de Campos Racing en F3 para 2024. La ilusión de Mari Boya sigue su camino.

José María Navalón Boya (abril, 2004) nació en un pueblo cercano a la frontera con Francia, en el municipio de Lés. En plena naturaleza del Valle de Arán, en los Pirineos. En su familia, como otras muchas, se vivía la F1 profundamente gracias a Fernando Alonso. Desde pequeño fue un gran deportista y ya a temprana edad pudo subirse a algún que otro kart. Sin embargo, no fue hasta el año 2015 cuando comenzó a competir a nivel nacional en Karting. Desde sus inicios transformó su participación en victoria, ganando el Campeonato de España de la categoría cadete, tanto en ese año como en 2016. Lo propio hizo en Junior con 14 años en 2018, además de hacerse también con un torneo invernal en «CIK Academy».

Fue en 2020 cuando logró ascender a categorías fórmula con el equipo MP Motorsport, en la F4 Española. En su primera temporada obtuvo resultados fantásticos terminando como subcampeón, catorce podios y tres victorias. A su vez se internó en un centro de alto rendimiento situado en San Cugat del Vallés, en el que continúa desde entonces. Allí tiene la oportunidad de prepararse como deportista para dar la talla en lo más alto, a la par que sigue con sus estudios.
Tras su brillante carta de presentación, en 2021 compitió en la Fórmula Regional Europea de Alpine (FRECA) con Van Amersfoort Racing. En esta primera temporada en la categoría, atravesó diferentes complicaciones, rodeado de nombres que nos sonarán: Aron, Beganovic, Colapinto, Bortoleto, Hadjar, Saucy, Maloney, Mini, Goethe, Vidales… Consiguió obtener un podio y buenas actuaciones a pesar de las dificultades del monoplaza. Obtuvo la confianza de ART Racing para mantenerse en la FR Europea de cara a 2022. Alcanzó mejores posiciones y resultados, por lo que a tres rondas del final retornó a MP Motorsport con vistas al año siguiente. Finalizó en el décimo puesto en la tabla final, otro podio y el vigor automovilístico para ascender de categoría.
2023 se planteaba como una temporada complicada pero ilusionante. Debutaría en F3, siguiendo a todos los grandes pilotos de este mundillo y compitiendo con perlas de las grandes academias de jóvenes. Lo haría en una estructura como MP que no es de las más potentes, no obstante, con la oportunidad de llamar a otras puertas como rookie. Antes de dar comienzo a la temporada, participó en la Fórmula Regional de Oriente Medio, de dos meses de duración. Tuvo buenos resultados con dos victorias, un podio y quinto puesto de posición final. Su llegada a F3 era prometedora.

Fue una temporada difícil para Mari Boya. En España a la sombra de un Pepe Martí que se veía luchando por el campeonato. Internamente con una maquinaria que le ofrecía escasas posibilidades como debutante. En las primeras citas con tres abandonos y una descalificación. Sin embargo, a partir de Montmeló todo adquirió otro cáliz; en casa logró alcanzar los puntos en ambas pruebas. Se estabilizó y pudo tener otras buenas intervenciones a lo largo de la temporada, con el clímax en la última cita de Monza: un podio y un sexto puesto. Terminó la temporada como decimoséptimo, pero las sensaciones para un primerizo fueron excelentes.
Simultáneamente a su participación en F3, corrió en la primera edición de la «Eurocup» también con MP. Un campeonato tal vez más relevante para su futuro próximo, ya que una vez terminada la temporada, tal vez debería buscarse alternativas fuera de este equipo. En un campeonato de acento español, con cuatro equipos y cuatro circuitos pertenecientes a nuestro país, era una posibilidad para que se fijaran en él. Entre los que estaba una estructura tan consolidada en categorías inferiores como es Campos. Mari Boya desplegó lo mejor de sí mismo, y luchó por el campeonato hasta el final, a pesar de no poder participar en el fin de semana de Aragón. Quedó segundo, nueve podios y cinco victorias; marcó su calidad y capacidad como piloto. Merecía una oportunidad de mayor estándar y su fichaje por Campos Racing era ya un secreto a voces.
Antes de pasar página hacia 2024, tenía que ir a la prueba definitiva, por el lugar que toda joven promesa ha de transitar. El GP de Macao es algo así como la selectividad de un piloto, ese mitológico circuito urbano y milimétrico donde los más grandes comenzaron a construir su leyenda. Mari Boya puso el broche a la temporada bordeando el podio en esta cita transcendental, y sin errores en un trazado que no lo permite. De esta forma, y qué mejor momento para hacerlo, a principios de este mes el equipo valenciano y el propio Boya lo confirmaron.

Campos y Mari unen sus caminos como si se tratara de una crónica de pareja anunciada. Ambos mirándose disimuladamente hasta el momento adecuado para darse la mano. En 2024 se hará una realidad y caminarán juntos, de forma que Mari compartirá equipo con otras dos perlas, Oliver Goethe y Sebastián Montoya. Su oportunidad definitiva, la que ha de ser su confirmación de grandeza, ya que es difícil que haya una tercera temporada en estas categorías.

Su sueño de la F1 se acerca a lo lejos y el paso que tiene para 2024 es el de abrirse camino a codazos frente a otros que se ven con las mismas posibilidades. Es la certificación del ánimo por Mari Boya, la de trasladarnos su ilusión, la de vibrar con sus éxitos en las horas previas a la categoría reina. La de demostrarle al mundo, y a esos ojos deseosos de jóvenes pilotos, que él lo vale. Con su garra, a por ello.

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Sociólogo de estudios, gallego de nacimiento y cazurro de corazón. Me paso el día escuchando radio y con el deseo de ejercerla algún día. Intento leer con asiduidad y escribo cuando la vida me da un hueco para ello.
Desde 2019 dispongo de un blog donde hago artículos de todo lo que pueda ser opinable y en esta temporada 2023 también de F1. A la par levanté un podcast de episodios después de cada gran premio con información y opiniones de lo sucedido.

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