En la semana del Gran Premio de Japón, queremos rendir homenaje a la figura de Jules Bianchi, y al legado que ha dejado en la Fórmula 1
Esta semana llegamos al Gran Premio de Japón, en Suzuka. Y por desgracia, desde 2014, a más de un aficionado al mundo del automovilismo, nos viene uno de los peores recuerdos que hemos vivido intentando disfrutar de este deporte.
Jules Lucien André Bianchi, nació en Niza el 3 de agosto de 1989. Siendo nieto de el ex-piloto Mauro Bianchi, y sobrino-nieto de Lucien Bianchi, la pasión por el automovilismo le llegó desde pequeñito.
Por tanto, siendo un niño, hizo sus primeros pinitos en el karting, y en 2007 debutó en monoplazas. Su talento era evidente.
En 2007, ganó la Fórmula Renault 2.0 Francesa. En 2008 siguió dando pasos en monoplazas y disputó carreras tan importantes como Macao, finalizando 9º.
También, venció en el Masters de Fórmula 3, y finalizó 3º en la Fórmula 3 Euroseries. Todo en su primer año.
En 2009 venció en la Fórmula 3 Euroseries, y se le llegó su oportunidad de debutar en la antesala de la F1 de cara al año siguiente. Por tanto, en 2010, disputó la GP2 y la GP2 asiática. Su 3ª posición en su debut, le valió un importante pasó en su carrera.
Con 21 años, 3 títulos en categorías soporte bajo el brazo, y una gran actuación en GP2, disputó unos tests con Ferrari. Tras ellos, la escudería más laureada de la historia le ofreció un puesto de piloto reserva para la temporada 2011. Ese mismo año, volvió a repetir el tercer puesto en la GP2, siendo subcampeón de la GP2 Asia Series.
En 2012, fue cedido como piloto reserva a Force India, y disputó 9 sesiones de entrenamientos libres en Fórmula 1 junto a ellos. Ese mismo año fue subcampeón de la Fórmula Renault 3.5 Series. La noticia de su llegada Fórmula 1 como piloto titular era inminente. Finalmente, Jules se unió a Marussia de cara a la temporada 2013.
Marussia era un equipo con poco presupuesto, que trataba de luchar por sobrevivir, terminar el mayor número de carreras, y algún día en el futuro próximo, alcanzar el sueño de puntuar en F1.
En 2013, el desempeño de Jules fue clave para conseguir que, por primera vez en F1, Marussia ganase a Caterham en el Mundial de Constructores. Venció a su compañero Max Chilton con autoridad y por supuesto, seguiría en Marussia en 2014.
En 2014 el desempeño de Jules mejoró todavía más, y en el GP de Mónaco mostró al mundo de lo que era capaz. De esta forma, tras un gran ritmo y un adelantamiento muy arriesgado al Caterham Kobayashi, consiguió finalizar 9º. Por tanto, daba a Marussia los primeros 2 puntos de su historia en F1. Actuaciones como esta, o clasificaciones en la que consiguió pasar de Q1, como en Gran Bretaña, Hungría, y Bélgica, llamaron a las puertas de Ferrari, con los que volvió a realizó unos tests. Por tanto, un futuro en la escudería roja no andaba lejos.
Sin embargo, todo se truncó radicalmente.
Aquella tarde oscura en Suzuka, aquel desconcierto en el paddock, y aquella sensación de que algo grave sucedía se invadió de todos. Jules Bianchi habría sufrido un accidente terrible impactando contra una grúa que sacaba el coche de Sutil de la pista.
A día de hoy seguimos sin saber qué hacía únicamente una bandera amarilla en la pista mientras la grúa retiraba un coche en esas condiciones.
El accidente de Jules dejó al mundo de la Fórmula 1 en vilo durante meses. Luchó por aferrarse a la vida con todo. Finalmente, no pudo recuperarse de sus heridas y falleció el 17 de julio de 2015.
Los errores cometidos en el accidente de Jules Bianchi, han dado paso a un panorama mucho más seguro de cara a las carreras de Fórmula 1 en la actualidad. Por tanto, se han desarrollado dispositivos de seguridad, como el famoso halo, que ya ha salvado vidas, o la presencia del «Virtual Safety Car». De esta forma, estos elementos tan importantes hoy en día, son el legado de Jules Bianchi. Un legado en el que nunca se ha de dejar de trabajar, con el fin de que nunca sucedan accidentes como el que sufrió Jules.
Por eso, Jules Bianchi, será eterno, y la enorme comunidad que forma parte de este deporte, siempre lo recordará.
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