El pasado jueves, FirstLap F1 tuvo la oportunidad de realizar una entrevista a Gonzalo Serrano, quien dejó muchos titulares
Gonzalo Serrano es un periodista que, a lo largo de los años, ha narrado carreras de Fórmula 1 en España. Actualmente se dedica a presentar el programa de televisión «Más que coches». Además, desde el año 2021 ha estado liderando la retransmisión del Gran Premio de España en el canal Telecinco.
P: Respecto al rendimiento actual de la parrilla, ¿quién sería capaz de ganar un mundial?
R: Evidentemente, viendo a Max cómo está hay cuerda para rato. O si Mercedes se pone las pilas y Ferrari levanta la cabeza o será este año, el que viene y veremos ya en 2025… Están intratables, el coche va solo. Max está en un nivel estratosférico, en la luna. Lo vamos a tener ahí bastante tiempo. No se va a conformar con 2 o 3 títulos, va a conseguir todos los que pueda. O lo paras con un coche igual y muchas manos, ahí ya entraríamos que si Hamilton estaría en ese nivel, si Fernando podría estar, yo creo que por pilotaje todavía le queda cuerda, pero si no, Max y luego el resto.
P: Usted se ha convertido en un representante de la F1 en las redes sociales pero, ¿echas de menos narrar temporadas como antaño? ¿Ha llegado alguna oferta de narrar alguna temporada?
R: Yo ahora hago una vez al año en Telecinco el Gran Premio de España y estoy muy tranquilo. Me gusta estar en “Más que coches”, con mis cosas… Hacer un mundial completo es una barbaridad, es decir, hay que vivirlo. 18 carreras se llevan, 20 ya es un mundo y los saltos te castigan a nivel familiar y personal. No he tenido ninguna oferta, a quién voy a engañar. Tengo la oferta de Telecinco porque sigo ligado con ellos, entonces, es evidente que somos profesionales y retransmitimos el Gran Premio de España, que funciona muy bien. Con lo cual, volver otra vez… Hoy en día, tendrían que darse muchos factores pero, de momento, dejemos en la nevera que no.
P: Este año, a principios de temporada nos sorprendió Aston Martin, pasando del séptimo puesto al segundo equipo pero, sí es verdad que a mitad de temporada hasta hoy ha bajado de rendimiento, ¿crees que Aston Martin puede tener éxito a corto plazo?
R: En la Fórmula 1 normalmente, cuando un equipo llega, tarda entre dos y cuatro años en estar en condiciones de hacer podios. El caso de Aston Martin, han fichado bien y creo que empezaron con un coche que tenía muchas posibilidades. Este iba muy bien y, en cuanto han empezado a mejorarlo, yo creo que se han perdido. Es mi opinión, pero más que mejorarse, han sido “peoras”, por decirlo de alguna manera. El coche no ha evolucionado, cuando no han evolucionado es el alerón o el fondo plano… Algo ha pasado. Ahí ha habido una pérdida de la línea de trabajo y eso se hace ver en las declaraciones de Fernando. ¿Qué pasará el año que viene? Pues no lo sé porque siguen diciendo que van a volver a llevar mejoras. La cuestión es si esas mejoras son para este coche o al del año que viene. Esa es la verdadera incógnita, no lo sé pero, ¿a corto plazo o en un año pelear por el título…? Puede pasar, que no te digo que no, porque ya tienen la experiencia y ya están ahí. Pero empezaron demasiado bien y luego, en el mes de octubre, habían indicios de cosas. Yo lo dije en octubre, “ojo que están ahí”, pero a día de hoy están perdiendo gas.
P: Volviendo con Max Verstappen, como has mencionado antes, es el que tiene mayor potencial de seguir ganando campeonatos. Conseguirá su tercero si nada falla en Qatar, pero su contrato acaba en 2028. ¿Lo ves más allá o no? Sí es cierto que algunas veces el neerlandés ha declarado que “no le gusta la F1” entre comillas.
R: El único que no le gustaba la F1 como tal fue el campeón del mundo Nico Rosberg. El resto tienen una afición extrema a ganar dinero. Entonces la cuestión es: ¿Se va a conformar Max con cuatro? ¿Cinco? ¿Con seis…? Si llegamos a 2028 tendrá ocho. No creo que gane todos seguidos pero, con Adrian Newey, o se jubila o no lo sé. Yo ahora mismo, sinceramente, entre los autobuses que corren, no son coches, los neumáticos y el diseño de Newey, es muy complicado plantearse alternancias. Mira a Mercedes, parecía que el mundo era suyo y, de repente, llegaron y fuera dos años. Ahora mismo Mercedes tiene el mismo problema que todos, que es no encontrar el camino. Porque de repente, Russell parece que va a hacer algo y desaparece, luego Hamilton aparece y desaparece. Es que es muy difícil estar ahí y, cuando tengas el coche y hayas encontrado el punto, es muy fácil mantenerlo. Ese es el tema con Max. ¿Qué sigue más allá del 28? Pues dependerá del dinero que ha ganado, los títulos que tenga… No lo sé, quien se atreva a decir hoy en día que se va a quedar o se irá, yo creo que hay que vivir año a año, ver hasta donde llega y, si tiene el instinto de los campeones, ahí ya saldremos de dudas.
P: Esta pregunta no va sobre la actualidad sino de ti, ¿quién fue tu primer gran ídolo? ¿Quién hizo qué te emocionara la Fórmula 1? ¿Tienes un primer recuerdo que sea tan poderoso que se te quede marcado?
R: Mi padre. Estaba en el mundo del automóvil. Pasó por muchas marcas, concesionarios, convenciones comerciales… y en casa los coches eran algo habitual. Yo nací siendo motero y, quitando la F1, el resto del automovilismo lo veo pero no me tiro tanto. Yo tengo cinco motos, la primera la tuve con 11 años. He hecho también 11 años el mundial de motociclismo, para tener una idea de lo cabra que soy. A mi padre le gustaban las carreras, me llevó al Jarama en la época en la que corría los Matra, Payet… Aquello del ruido se me quedó marcado en la cabeza y todavía no se me ha quitado. Yo sigo yendo a las carreras, por ejemplo las Copas Clio y voy al circuito a verlas. El gustillo de las carreras es algo que hay que vivir. Vosotros sois todavía jóvenes y cómo vuestra generación no se vuelve loca por tener un coche, una moto, la llave de la independencia y la libertad, es algo que me llama la atención. No soñéis con tener un carné de conducir. Me saqué el carné de ciclomotor con 14 años y conducía motos desde los 11 y no tenía carné, con el coche igual. Evidentemente yo lo tuve más fácil, mis primos competían en las Copas Renault de aquella época, la ganaron… Había coches y motos todos los días. Mi primer recuerdo es el Jarama y el ruido de casi quedarme sordo. Imagínate dónde hemos terminado, 146 Grandes Premios en mi espalda, pero eso es un recuerdo bonito. Mi padre ve todos los programas de “Más Que Coches”, las carreras, me llamaba… Era el peor fan que he tenido, exigente hasta decir basta, pero era un gran tipo.
P: Y entonces, ¿alguna vez has corrido?
R: No. Ni lo haré. He podido hacerlo, me he limitado muchas veces y no corro por una razón sencilla: yo me caliento. Es decir, yo pierdo la frialdad que hay para correr. Me pico y, entonces, como sé que eso pasa, lo evito. No corro ni con los amigos en el karting. Imagínate cuando vamos a un sitio: “Venga vamos a echarnos unas carreras”. No, no, no. Me siento fuera, cuando fumaba puros fumaba, ahora no. Me gusta ver cómo corren y tengo mucho ojo para saber quién va a correr bien, regular, mal o muy bien. Prefiero verlo desde fuera.
P: ¿Se podría decir que eres comunicador porque no confías o podías ser un piloto?
R: No. Yo sé que no sería piloto. A ver, yo sería un piloto en la línea de Juan Pablo Montoya con una diferencia, si él conducía del carajo, yo acabaría en un muro y no tengo ganas. Un piloto es mucho más que alguien que le da a las levas, que frena uno, dos, cinco o diez metros más tarde, es alguien que tiene la cabeza fría, tiene control de sus propias emociones… Yo soy muy pasional, me gusta llegar al borde. Lo tengo claro, acabaría en un muro, ya tuve un accidente hace años, unos cuantos en moto precisamente por esa norma de “sin correr” probando motos con gente del Rally Dakar. Te calientas, y en la última curva dices “cómo no voy a pasar yo a los dakarianos” y te tiras de cuello. La única diferencia es que había una loncha de piedras de granito lijada en el desierto de Almería, me la comí entera y yo me giré una vértebra un grado. Entonces, esto de los años te lo da. Es saber cómo eres, conocerte. A lo mejor un día digo “me subo en un coche de carreras y me echo una carrerita”, no. Porque a lo mejor estoy dándole en el morro a uno… No, no. Quiero verlos, divertirme.
P: Volviendo a las retransmisiones, es imposible verte en la cámara y no pensar en ese Gran Premio de China de 2007 con tu famoso “Sanganchao”. Aquel año tan controversial y polémico como lo fue 2007. Me gustaría entrar en detalle del campeón, Ferrari. Llevan 16 años sin ganar uno y eso que han pasado pilotos como Vettel, Alonso, Leclerc e incluso Sainz. Quería saber qué le falta a Ferrari para volver a estar allí arriba.
R: Dejar de ser Ferrari y ser una estructura alemana o inglesa, pero es un poco complicado. Ferrari como estructura de F1 es políticamente muy complicado y eso afecta a los pilotos. Tienen una tendencia terrorífica a equivocarse con los coches. Claro, no es cuestión de tener al mejor piloto, que cuando lo han tenido no han ganado. Eso te da una indicación de que no es un problema de los pilotos sino de las estructuras, cuando me refiero a estructuras digo jefes de equipo, aerodinamistas, flujos, mecánicos… Luego, también es muy complicado que ellos entiendan que no son la pata del caballo del Cid. Entonces, explicarle a Ferrari que el coche no va bien… A lo mejor bajas en ascensor sin ascensor. Por tanto, es difícil, es una estructura muy complicada. Yo no sé lo que le hace falta. Quizás una reencarnación de Jean Todt con el látigo… probablemente, quizás un piloto tan especial como lo fue Michael Schumacher… probablemente. Räikönnen no ganó el mundial, lo perdió McLaren y lo pierde Ron Dennis haciendo tonterías con sus dos pilotos. Pero bueno, es la soberbia del británico, dicho sin acritud; pero es la realidad, el equipo perdió el mundial por sus planteamientos interiores, que también, algún día, me gustaría que se cuenten cosas del contrato de Fernando, en las que no contaré hasta que no escriba el libro. Hasta que lo escriba ya os enteráis.
P: Sabemos que el compañero de Fernando, Lance Stroll, llegó a la F1 gracias a su padre. Centrándonos en la temporada actual tras los accidentes, los números y las lesiones que ha tenido, ¿podríamos pensar que Lance es un factor negativo para el desarrollo de Aston Martin y que tendría que marchar?
R: Siendo duros, ¿eh? Yo creo que es un chaval que tiene posibilidades, quizás no para ser campeón del mundo, pero para ser un piloto decente y que le ha tocado bailar con la más fea, tanto con Vettel como Fernando. El alemán es un verso libre y Fernando es un depredador, y claro, comparar a Stroll con Fernando es injusto para el propio Lance. Luego, las lesiones. Yo creo que sigue sin estar recuperado de las dos muñecas. Que por una cabezonería no querer reconocer esa lesión, probablemente tenga problemas. Claro, si tienes al lado una máquina de hacer cosas, que con 42 años está enseñando los dientes a todo lo que hay ahí, pues tiene que afectar. Te lo puedo trasladar, ¿Leclerc tiene que estar en la F1? (…) literalmente le está pasando Carlos por encima, pero es el niño mimado. Ay cómo lidiamos con eso… Yo he defendido durante años a Hülkenberg, me parece un pilotazo personalmente, pero nunca ha tenido un coche decente para hacer cosas. Cualquiera de ellos puede ser un gran piloto. A lo mejor hay “superclases”, “bendecidos” y los campeones del mundo con el instinto de campeón, que no es otra cosa que el tigre de Scalone. No basta con ganar, hay que machacar. Claro, eso al rival le afecta. Y echar a Lance… pues no lo sé. La decisión la tomará el equipo y me imagino que demanden en correr en otro sitio. Papá pone la pasta pero no es tonto. Papá asumirá que el niño no dará más de sí. Realmente lo dejaría, un voto de confianza para el año que viene.
O que se vaya al tenis, como se ha ido rumoreando.
R: Bueno, pero con las muñecas que tiene ya el tenis… Va a ser complicado (risas). La verdad es que me gustaría saber en qué punto te sales, porque la tensión de una conducción de un Fórmula 1… Largos, anchos, unas ruedas asquerosas. Eso es la antítesis de la competición. La F1 tiene laboratorio dentro del mundo del automóvil: probaban soluciones, tecnologías y donde siempre se buscaba el límite para luego trasladarlo a la calle. Ahora se ha convertido en un paseo de coches híbridos: tres zonas de DRS, “pon otra a ver si llegamos a 7”. “Para una vez en la vuelta 20 porque los neumáticos no dan de sí”… La FIA y la FOM mandan mucho.
P: Sabemos que estás totalmente en desacuerdo con la F1 actual por eso quería preguntar que qué devolverías de la F1 de antaño a la actual. No sé si los repostajes o diferentes formatos de clasificación…
R: Neumáticos, no todos iguales, a sufrir. Coches más cortos, aerodinámica libre. También un repostaje obligatorio de carburante. ¿Quieres espectáculo? Te he dado las claves, haces eso y veremos. A ver si la gente se engancha. Ahora están dando datos sobre la repercusión de la F1… Y en redes sociales qué repercusión está teniendo… Cuidado con esto, porque hay problemas muy gordos. A ver si alguien se entera que Liberty Media es un fondo de inversión, gente que negocia con las cosas. Que un día se cabrean, se aburren, no ganan suficiente… qué harán entonces, ¿dárselo a un fondo de inversiones árabe? No digo nada que os quitan la cuenta. En fin, yo haría eso. La libertad de neumáticos y proveedores, quien quiera entrar que entre, que experimente. Si un coche va con Pirelli y otro con Michelin. Pero si tienes 14 pues ganas menos. Los responsables de este negocio lo ven de otra manera.
P: ¿Cómo verías la entrada de motores equivalentes? Y, en relación con otra pregunta, has hablado de espectáculo, Liberty Media concibe espectáculos en 2023 o 2021 cuando entró el formato sprint. ¿Qué te parece este?
R: Lo veo absurdo. Si hay dos carreras, haz dos carreras a una hora o hora y cuarto y que se apañen. Yo creo que las medidas que toman no son reales. Mirad las motos cómo están a día de hoy, audiencias que bajan en picado, las metieron en pagos… Al final vives del negocio del show, si no lo haces no hay nada. Claro que no puedes hacer es esa sesión de esto para hoy y mañana hacemos un cambio, después, un Gran Premio en Miami… Al final me llevas un «famoseo» que en Miami, los americanos no lo conocen porque son todos hispanos. Eso lo primero, y verás cómo cambia el plano en Las Vegas. Cambia todo con un palco VIP de un millón de dólares o de cinco millones. Entonces, ¿Quién va a pagar eso? Bueno, en EEUU seguro que hay alguien pero, dónde está el espectáculo, ¿en los palcos o en las carreras? Si matas lo que pasa en el asfalto la gente no lo entiende. ¿Qué pasa en Estados Unidos? Dan vueltas a óvalos y cuando van a circuitos raros lo pasan canutas. La gente es consciente de que un piloto es alguien próximo. Eso se intenta hacer en un paddock de F1, espectáculo. Eso se vive en la pista, luego lo decoras. Pensad que esto es dinero, porque Ecclestone tenía muchos defectos. Pero sabía montar shows, te lo encontrabas en el paddock con un cuchillo jamonero amenazando a un guardia de seguridad que le había pedido el pase en Hungría. Esa es la salsa de la Fórmula 1. Los pilotos malvados pero graciosos a lo James Hunt, se ha perdido la salsa. Tú vas a un paddock, ellos echan distancia y que te vendan acciones es complicado. Antes los subían a los “paddock box” que son lo que tienen las marcas. Pues ahí subían a los pilotos 20 minutos con los invitados de la propia marca. Si echas 400 minutos de tu tiempo con la gente que te paga… Pues mira, debería haberme dedicado a correr.
P: Volviendo a lo personal. Separando tu vida personal y profesional, ¿me puedes dar un momento clave que te haya marcado en los dos ámbitos?
R: En el profesional, la muerte de Senna, que la tuve que narrar en directo y, diez años después, el título de Fernando. En lo personal, mi divorcio. Cuando pasas tanto tiempo fuera de casa, pues es muy complicado tener una relación, tener hijos, cuidar una familia… Se producen estas cosas. Podrías hacer un estudio de qué relaciones tienen los periodistas que cubren los mundiales, fliparías. Nosotros íbamos a Australia o Malasia y era casi un mes fuera de tu casa, estabas una semana que tenías que hacer veinte cosas y luego te ibas fuera quince o cien días… Es muy complejo.
P: ¿Cambiarías el no pasar tanto tiempo fuera por quizás tener una relación más duradera?
R: No, no. Yo soy feliz, fui y lo seré. Mi mujer en la actualidad lo entiende y no hay ningún problema. En los casos anteriores, mi primera y única mujer compartió conmigo muchos momentos pero hubo un momento en donde las carreras nos separó. La relación fue otra historia y ahora estoy contento.
P: ¿Crees que los pilotos actuales salen de las academias más preparados, con los simuladores o el propio videojuego oficial de la Fórmula 1?
R: La teoría es muy bonita y los simuladores son preciosos. Eso sí me he podido montar y he logrado mantenerme en lo negro. Es muy bonito jugar, puedo en casa con monitores, asiento, pedales, volante, levas, pones los reglajes, la consola y corres. Hay casos de niños que han llegado a las carreras. Pero de ahí, un piloto de una academia llegue a un Fórmula 1 y esté más preparado… Yo creo que hay una parte genética que no valoramos nunca en esta historia. Yo creo que un piloto se nace. Hace años llevé a un piloto, Marcos Martínez, que corrió la GP2 y lo hizo muy bien, me acuerdo que, compitiendo las World Series, en Reino Unido tuvo la oportunidad de probar el Renault oficial de Fórmula 1. Hablaba conmigo la gente de Renault y me dijeron que después del primer día se quedó a una décima del piloto oficial, el segundo día le metió tres y ellos me dijeron que cuántos Fórmula 1 había probado. Marcos disputó al volante de la academia Nissan, la ganó. Después de que ganara, cambiaron las normas y descubrieron que era un piloto inactivo. ¿Están más preparados? Yo creo que donde aprendes es cuando tienes que pasar al que viene delante. ¿Simuladores? Muy buenos para memorizar circuitos, ver conceptos… pero no son tan buenos como pensamos porque los pilotos no darían a pie la vuelta al circuito. Entonces, todo a su justa medida. Es un muy buen complemento para evolucionar el coche y ver soluciones o posibilidades, pero a nivel carrera pura y dura… Memorizar circuitos y ya está. Lo otro hay que luchar ahí. Cuando los ves pasar dices “carajo bendito” y ves cuando empiezas a irse. La tecnología ayuda pero ¿qué estén más preparados por hacer doce horas de simulador? No lo sé, yo creo que no.
P: Has mencionado antes lo de Ayrton Senna, ¿por qué te marcó tanto? ¿Por ser un triste fallecimiento? ¿Por el hecho de ser él? ¿Le valorabas mucho?
R: Yo tengo en mi despacho el Toleman de su primera temporada y dos posters gigantes de él. Era una persona que admiraba, era diferente en todo: la forma de conducir, de ver las cosas, de hablar, enfocar… Era rarito pero tenía algo, algo que no volví a ver. Habré visto otras cosas pero aquello… No sé, era una relación extraña con la velocidad, con los circuitos… con todo. Un personaje y murió contándolo yo, mi tercer Gran Premio. Por tanto, era ese con quien has empezado. Era diferente, que iba más allá, con carácter para darse de palos con Prost… Son muchas cosas. Pues era mi tercer Gran Premio y Tamburello no perdona. Me marcó.
P: ¿Ha sido Senna el mejor piloto que has visto?
R: Uf. Es que yo he visto varias generaciones. Me gustaría hacer un Frankenstein: El carácter de Senna, la frialdad de Prost, el enfoque de las carreras de Fernando, la frialdad del líder de Hamilton, la mala leche de Max, el carácter de Pironi… Es que tendríamos que coger el dedo de cada uno, unos trozos de otros, un cuarto del cerebro de uno, un cuarto de otro… ¿Ha sido el mejor piloto que he visto? Es carismático, eso sí. ¿El mejor? Uf, esto va a rechinar los dientes a la gente… A ver, Michael era la leche pero Hamilton no le va a alcanzar, las cosas como son, pero hay mucho nivel. Y de los anteriores pues hay que respetar mucho… Un Alain que está ahí, incluso hay que respetar a Fangio. Hay que respetar a los pioneros. Lo mejor está por venir, siempre.
P: Ya para finalizar, te voy a contar cómo ha surgido esta pregunta. Claro, la actualidad pesa mucho y la vena del periodista también. Al final es una pregunta que, si entrevistas a Gonzalo Serrano, tienes que hacer y es, ¿qué ocurrió con Antonio Lobato?
R: Nada, caminos diferentes, enfoques diferentes, formas de ser diferentes, de entender el periodismo… Yo tengo la mala costumbre de que soy licenciado en Ciencias de la Información. Soy muy corporativista y sobre todo tengo formas de ver la vida. Seguimos cada uno un camino por otro lado y se acabó. Yo no hablo con él. De hecho, el tweet famoso del otro día, estaba cansado de decirle a la gente que era para un amigo mío de Jerez. Yo no sabía lo que había pasado con Michael. Entonces, sin venir a cuento, mandé esto por una historia y, de repente, se viralizó. 1’4 millones de personas pensando que estaba hablando de él. Yo no hablo con él desde el principio. No hay más que decir. La vida te hace apreciar gente y te hace separarte de gente.
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