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Opinión: La continuidad de Antonio Lobato

Tras la adquisición completa de la F1 por parte de DAZN, expira el contrato de Antonio Lobato y por lo tanto pone en duda su continuidad

Durante las últimas semanas se ha puesto en duda la continuidad de Antonio Lobato. Probablemente todo seguiría adelante, vendría otro que haría un gran trabajo y nosotros continuaríamos delante de la pantalla. Todo seguiría adelante porque nada es eterno, como en la vida, año tras año perdemos algo que parecía indispensable, sin embargo, nosotros seguimos caminando. Esa voz que es la banda sonora de nuestras carreras, es la que nos imprime el ritmo de competición, la que sonaba cuando esta pasión llegó a nuestras vidas.
Antonio Lobato (Oviedo, 1965) comenzó en el mundo del periodismo de la mano de ABC, escribiendo en la sección deportiva. Allí terminó a pesar de que sus intenciones en esta materia eran otras, tal vez corresponsal, o cultura. Su trayectoria profesional continuó en la radio donde trabajó como cronista para diferentes eventos, entre los cuales estaban citas ciclistas. De Onda Cero pasó a Telecinco en el 1994, el destino definitivo que lo llevaría al lugar.
Presentó Deportes en los Informativos, colaboró en diferentes programas y también narró ciclismo, el Giro de Italia concretamente. En 2004 llegó a Telecinco la F1 y fue Lobato al que la cadena encargó la responsabilidad de todo aquello; la producción, dirección y presentación. Su búsqueda de narrador fue lo más complicado ya que, como comentó en numerosas entrevistas, no encontraba al idóneo. Todos los que elegía, para sus jefes no eran suficiente, hasta que ellos encontraron a la persona que iba a encarnar la F1 en los años en los que Alonso era diamante en bruto en crecimiento: él mismo.

El destino decidió su futuro por él, y nos dio a una de las piezas indispensables que tiene este deporte, el que nos lo cuenta. Sus primeros años en el deporte rey del automovilismo coincidieron con el nacimiento de la leyenda, los dos mundiales de Fernando Alonso en 2005 y 2006. No se pueden separar esos años mitológicos de su narración, de sus presentaciones y sus formas en los circuitos persiguiendo la noticia. En los años venideros se mimetizó con ella, haciéndose para nosotros como algo inseparable.
Fue en 2015 cuando nos dejó por dos temporadas, cuando este deporte pasó a ser de pago en Movistar+. La dureza de acudir a cada Gran Premio durante once temporadas, junto con el cambio de cadena, motivaron una decisión que los aficionados lloramos. Volvió en 2018 con el ascenso y consolidación de Sainz en la parrilla de F1; primero en Movistar y ahora en DAZN.

Al término de esta temporada su contrato con Movistar expira, ya que DAZN se hicieron con los derechos exclusivos de la F1. Como explicó él en la colaboración semanal que tiene en El Partidazo de COPE, a partir de noviembre es libre y es responsabilidad de los nuevos hacerle llegar lo que sea necesario. Es decir, nace la duda de la continuidad de Antonio Lobato como narrador.
La F1 sin la voz de Lobato seguiría siendo nuestra F1. Pero ya no sería la misma. Es la que nos ha hecho vibrar en todos esos momentos de automovilismo. En este país no se pueden entender estos coches sin esos gritos, esa dicción, ese ánimo, esa pasión y esos chascarrillos.

Nos acostumbraríamos a vivir con su ausencia y en algún momento esto se dará, pero no ahora. No es el momento de que se vaya esa voz que lleva acompañándonos cada fin de semana de carreras. Al igual que no nos queremos creer que Alonso se retirará en algún momento, no debemos de hacerlo con Lobato. Aún no, si es cierto que él sigue teniendo la fuerza necesaria para ello.

Sin embargo sólo queda esperar que esto se resuelva, mientras tanto continuamos con esta duda de la continuidad de Antonio Lobato. En estos años, algo que hace con aún mayor brillantez son las introducciones y con una de ellas les dejo, la del GP de España 2023:


«Bienvenidos a casa, bienvenidos al Gran Premio de España. Si tuviera que elegir alguno de mis mejores recuerdos en 18 años de F1, seguro que muchos de ellos estarían en este escenario. Este deporte es talento, es tecnología, pero no lo podemos olvidar: su combustible es la pasión y de eso sabemos mucho los que vivimos en este país. Tenemos una tendencia natural a dejarnos llevar, a poner el alma en todo lo que hacemos, a entregarnos de forma solidaria para perseguir sueños. No importa los problemas que tengamos, somos capaces de abandonarlos por unas horas para vivir al límite algo tan intrascendente como una carrera de F1.

Ninguno de los más de 100.000 aficionados que están hoy aquí, en Montmeló, va a ganar nada en esta carrera. No saldrán más ricos, ni más fuertes, ni más guapos. No les va a cambiar la vida. Pero puede que salgan más orgullosos. Orgullosos de formar parte de algo que individualmente es muy pequeño, pero que en conjunto forma un todo muy grande. No les va a cambiar la vida, no, pero puede que lo que vivan hoy, no lo olviden jamás.

Este es el lugar de las mareas, que en su día fueron azules, y que ahora son azules, verdes, rojas… Mareas de veteranos nostálgicos que en su día vieron ganar a Fernando Alonso y que ahora vienen con sus hijos intoxicados por este mismo veneno. Muchos de esos chavales no le vieron vencer a Fernando, pero se lo han contado, o lo han visto en YouTube. Ahora están enganchados.

Les ha pasado lo mismo a otros, por ejemplo, a un niño que conocí en el año 2006 que quería ser piloto de F1 porque soñaba con ser como Alonso. Ese niño sale hoy en la primera línea vestido de rojo Ferrari y tiene una granda entera llena de banderitas con su nombre. Permítanme insistir de nuevo, qué suerte tenemos, qué afortunados somos…»

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Sociólogo de estudios, gallego de nacimiento y cazurro de corazón. Me paso el día escuchando radio y con el deseo de ejercerla algún día. Intento leer con asiduidad y escribo cuando la vida me da un hueco para ello.
Desde 2019 dispongo de un blog donde hago artículos de todo lo que pueda ser opinable y en esta temporada 2023 también de F1. A la par levanté un podcast de episodios después de cada gran premio con información y opiniones de lo sucedido.

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Autor: Álvaro Alonso

Sociólogo de estudios, gallego de nacimiento y cazurro de corazón. Me paso el día escuchando radio y con el deseo de ejercerla algún día. Intento leer con asiduidad y escribo cuando la vida me da un hueco para ello. Desde 2019 dispongo de un blog donde hago artículos de todo lo que pueda ser opinable y en esta temporada 2023 también de F1. A la par levanté un podcast de episodios después de cada gran premio con información y opiniones de lo sucedido.

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