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Opinión: Menos dinero, más sentido común

El GP de Qatar nos dejó imágenes de los pilotos al límite, que de haber sido en otra época, más de uno no hubiera corrido el siguiente GP

Contentar a todos los países o continentes con albergar una carrera de F1 es algo más difícil de lo que parece, menos a dos partes del globo terráqueo: EEUU y Oriente Medio. Hoy me centraré en el hábitat de los jeques porque América me daría para otro artículo.

Pongamos que soy un jeque con mucho dinero y ustedes, los lectores, son Liberty Media, empresa encargada de los derechos comerciales de la F1. Si ven una cifra de varios ceros, la aceptarían ¿no? Obviamente, sí. Pues esto es lo que pasa cuando priorizas tu bienestar (el de los jeques) antes que el de los pilotos.

El GP de Qatar que se disputó ayer fue la gota que colmó el vaso y todavía falta Las Vegas, aunque como he dicho antes, América lo dejo para otra noticia. Quisiera saber a quién se le pasó por la cabeza hacer un fin de semana con formato Sprint a principios de octubre en medio del desierto con 30 grados más un 70% de humedad. Permítale que le diga que usted no conoce la esencia de la Fórmula 1.

Si algo funciona, ¿para qué cambiarlo? En 2021, hubo pinchazos por los pianos agresivos, sí, pero no hubo problemas de salud tan acusados. Es sencillo, cámbialo de mes. Entonces fue a finales de noviembre. El año que viene será a principios de diciembre. Lo de los pianos agresivos lo pasaré por alto, pues eres piloto y debes saber cuáles evitar y cuáles atacar para no dañar tus neumáticos.

Volviendo al presente, voy a hablar del esperpento de carrera que vivimos ayer. Voy a empezar con Lance Stroll, uno de los casos más graves.

El canadiense salió de la carrera casi »besando» el suelo porque no podía más. Medio cayéndose se dirigió a la ambulancia que le trasladó al centro médico. Más tarde, en la zona de prensa reconoció que se desvaneció en medio de la carrera y volvía a recuperar la consciencia. Proceso que se alargó durante 20 vueltas. Lo que es peor, es que en uno de estos desvanecimientos, se fue largo incurriendo en track limits. Le penalizaron con 5s y se quedó sin puntos cuando rodaba 9º. ¿FIA? ¿Hola, hay alguien ahí? Bien hecho, así atraeremos audiencia, entiendo (nótese la ironía).

Desgraciadamente, el caso de Stroll no es el único. Alonso terminó con el culo quemado (sí, han leído bien), Sargeant tuvo que retirarse por deshidratación, Albon fue al centro médico por una exposición grave al calor, Bottas declaró que fue una tortura, Russell, Norris y Tsunoda se levantaron la visera para poder sentir el viento en la cara, o en el caso del japonés, arena…

Si hablamos de Esteban Ocon, su situación es hasta asquerosa. El francés vomitó 2 veces en la vuelta 15 mientras conducía. Llegó hasta la vuelta 57, que era la última, y terminó en puntos. Sinceramente una de las mejores actuaciones del fin de semana. »Esto no se lo deseo ni a mi peor enemigo», dirían nuestros mayores.

En fin, irónicamente, les digo FIA:

»Sigamos así, de verdad. Cancelemos carreras cuando caen 4 gotas, sigamos corriendo en países donde caen misiles a escasos 10 km del circuito, sigamos en esta dirección. Hasta que pase algo grave. Pero vosotros (FIA, Liberty Media, FOM, F1) me da igual, quién sea, sigan confiando en aquellos países donde los derechos humanos son mínimos y estén gobernados por »petrodoláres» que les importan más un dólar a que 20 pilotos disputan una carrera y compitan al 100% de su integridad física».

No sé de qué me quejo si no va a cambiar nada. En cualquier caso, dejo por escrito mi opinión del GP de Qatar y para finalizar diré algo: GP de Las Vegas. El escándalo que rodea al circuito americano empieza a ser grave y queda 1 mes para disputar la carrera. Suerte, supongo.

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